La reingeniería es la revisión fundamental y rediseño radical de procesos para alcanzar mejoras espectaculares en medidas críticas y contemporáneas de rendimiento, tales como costo, calidad, servicio y rapidez.
La reingeniería empieza sin ningún preconcepto, sin dar nada por sentado; en efecto, las compañías que emprenden reingeniería deben cuidarse de los supuestos que la mayoría de los procesos ya han arraigado en ellas.
Rediseñar radicalmente significa llegar hasta la raíz de las cosas: no efectuar cambios superficiales ni tratar de arreglar lo que ya está instalado, sino abandonar lo viejo. Significa también, descartar todas las estructuras y los procedimientos existentes e inventar maneras enteramente nuevas de realizar el trabajo. Rediseñar es reinventar el negocio, no mejorarlo o modificarlo. La reingeniería no es cuestión de hacer mejoras marginales o incrementales sino dar saltos gigantescos de rendimiento.
Se debe apelar a la reingeniería únicamente cuando exista la necesidad de volar todo. La mejora marginal requiere afinación cuidadosa; la mejora espectacular exige volar lo viejo y cambiarlo por algo nuevo.
Existen tres (3) clases de compañías que emprenden la reingeniería: Las primeras son compañías que se encuentran en graves dificultades. Estas no tienen más remedio. Si los costos están en un orden de magnitud superior al de los de sus competidores, si su servicio es tan sumamente malo que los clientes se quejan abiertamente, si el índice de fracasos es de tres (3) a cinco (5) veces mayor al de su competencia, evidentemente esa compañía necesita de los procesos de reingeniería.
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En segundo lugar están las compañías que todavía no se encuentran en dificultades, pero cuya administración tiene la previsión de detectar que se avecinan problemas. Estas compañías tienen la visión de empezar a rediseñarse antes de caer en la adversidad.
El tercer grupo de compañías que emprenden la reingeniería lo constituyen aquellas que están en óptimas condiciones. No tienen dificultades ni ahora ni en el horizonte, pero su administración tiene aspiraciones y energía. Las compañías de esta categoría ven la reingeniería como una oportunidad de ampliar su ventaja ante los competidores. De esta manera buscan levantar más aun la barrera competitiva y hacerles la vida más fácil a todos los demás. Una compañía realmente grande abandona de buen grado prácticas que han funcionado bien durante muchos años, con la esperanza y la expectativa de salir con algo mejor en el mercado.